jueves, 28 de julio de 2011

23/7/2011 Londres

Estos días los he pasado en Londres. Esta ciudad impresiona por lo inmensa que es, los muchos monumentos militares que tiene y los impresionantes edificios oficiales y las coquetas casas particulares. Estuve en el Tate britain, que contiene pintura, escultura y reproducciones de construcciones arquitectónicas. En él está uno de los cuadros más sugerentes que existen: La dama de Shalot de Waterhouse, que es una mujer que muere por ir en busca de su amado y su rostro llama la atención porque apunta al mismo tiempo deseo y desesperanza, como si supiese que la maldición que pesa sobre ella ha de cumplirse. Esto hace que sea un cuadro de un gran dramatismo.


Buena parte de las obras que forman parte del imaginario occidental transcurren en Londres. El final del siglo XIX es especialmente interesante por los siniestros personajes que arroja. De El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde (1886) es interesante cómo plantea el contraste entre el bien y el mal. Un hombre va caminando tranquilamente por un bonito y activo mercado, cuando topa con una tétrica y misteriosa casa:

«Two doors from one corner, on the left hand going east the line was broken by the entry of a court; and just at that point a certain sinister block of building thrust forward its gable on the street. It was two storeys high; showed no window, nothing but a door on the lower storey and a blind forehead of discoloured wall on the upper; and bore in every feature, the marks of prolonged and sordid negligence. The door, which was equipped with neither bell nor knocker, was blistered and distained. Tramps slouched into the recess and struck matches on the panels; children kept shop upon the steps; the schoolboy had tried his knife on the mouldings; and for close on a generation, no one had appeared to drive away these random visitors or to repair their ravages».

            El mercado representa la vida y lo sano, frente a esta casa decrépita, lo mismo que ocurre con Jekyll frente a Hyde. Siempre me ha parecido sorprendente cómo Stevenson genera intriga de un modo tan directo y sencillo. Además, la presentación visual que hace del bien y el mal, primero en la casa y en la persona de Jekyll/Hyde es de lo más impactante.


La imagen y el texto de El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde fueron tomados de la Wikipedia

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