jueves, 5 de mayo de 2011

Rubio, Jorge. El Dinosaurio Diestro

Cuando Jorge despertó, el Dinosaurio estaba allí, y llevaba un estoque y un capote. Se levantó de la cama y nada más ver ese color rojizo se sintió atraído y fue hacia él con postura taurina. Se oyó el olé en la plaza de Maestranza. Mario, así se llamaba el "DIESTRO". Nada más salir del tercer pase los Velocirraptores salieron corriendo para ponerle las banderillas. Jorge pensaba que era un sueño y gritó:

-¡¡¡¡QUE ALGUIEN ME PELLIZQUE!!!!

Le clavaron la banderilla y gritó:

-Que me pellizquen, no que me pinchen.

El ruedo iba a acabar cuando Mario cogió el estoque. Jorge aprovechó el despiste para coger un maniquí, y vestirle como él.

Desnudo y ensangrentado escapó.

Jorge despertó y exhaló una buena cantidad de aire.

Y de repente ve un trozo de escama. Al momento vio a Mario vestido de soldado y gritó:

-¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!

1 comentario:

  1. Cuento con mucha imaginación y humor. Imprimes a tu relato un ritmo vertiginoso. Desde el comienzo, las acciones se suceden con rapidez y agilidad. El protagonista es toreado por unos dinosaurios, lo cual es francamente original. Sin embargo, en algunos momentos resulta un poco extraño. El protagonista qué es. ¿Un hombre o un toro? Parece que es un hombre porque duerme en una cama, pero enviste al color rojo. ¿Qué hacen unos dinosaurios toreando? Es muy divertido, pero le falta el desarrollo que explique un poco algunas acciones.

    ResponderEliminar