jueves, 5 de mayo de 2011

Pecos, Alejandro. Un día cualquiera

Esto que os voy a contar es un día como otro cualquiera mío de la semana...
Comienza un lunes por la mañana, yo no me quiero ni levantar, llevo todo el finde semana de fiesta, y como comprenderéis me cuesta levantarme a las 5:30 de la mañana para ir a trabajar a Segovia, yo vivo en Madrid centro.
No tengo coche, necesito coger el autobús, metro y tren.
Para empezar salgo de mi casa a las 6 para intentar coger el autobús de las 6:10, siempre llego tarde y me toca coger el de y media. Como lo cojo a y media llego a mi siguiente parada a las 7:30, para coger el metro, a esa hora el metro esta hasta las trancas de gente que va a trabajar, con lo cuál me toca esperar siempre que pasen tres vagones osease media hora mas. A las 8 salgo de la parada eso si me toca ir de pie porque como ya e dicho antes esta llenito de gente, a no ser de que tenga mucha suerte y encuentre un hueco. Desde que salgo en el tren tengo que hacer 4 trasbordos, con lo cuál mi siguiente parada para coger el tren es a las 9:30.

Cuando llego a la parada del tren se supone que el tren que me toca coger es el de las 10 pero va con un retraso siempre de media hora, a causa de eso me toca esperar hasta las 10 :30.

Cuando viene el tren, también viene llenísimo y me toca ir de pie. Cada parada que hace dura 10 minutos tengo 12 paradas eso es un total de 2 horas mas. Llego a mi trabajo a las 12:30. Nada mas entrar tengo que ver siempre a mi jefe soy su secretario y todos los días me dice oyes te pasa algo, se te ve muy cansado a lo que yo le respondo... Nada que va mi cara es así. En mi trabajo curro demasiado y demasiadas horas con decirte que salgo de allí a las 10 de la noche, calcula todo lo que me queda por llegar a mi casa....

Eso me pasa todos los días de la semana, pero gracias a dios tengo un trabajo, ya le gustaría a muchos tener un trabajo a estas alturas como esta toda la gente en paro.

1 comentario:

  1. Bien. Centras la atención en el larguísimo viaje que hace el protagonista y en los cálculos que hace de cuánto le queda para llegar a su casa. Es interesante. Narras con mucho detalle los tiempos. A veces, parece un problema matemático. A veces faltan comas. Fíjate. Prueba a ver si puedes leer esta frase sin detenerte: "con lo cuál me toca esperar siempre que pasen tres vagones osease media hora mas". Para futuros cuentos, te recomiendo que, al menos por ahora, escribas frases cortas. En conjunto, es un cuento interesante.

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