-No, no, no, no voy a llegar tardísimo, por lo menos 9 horas. Y encima en el metro ponía que había media España- dijo Carlos mientras corría.
-¿Perdone tiene hora?- pregunto Carlos a una señora.
-Sí, son las 18:30 pasadas- contestó la señora.
-Madre mía tenía que estar a las 10:00 en la oficina para entregar el impreso de 46.542 páginas.
El hombre corría y corría pero la gigantesca masa de personas no le dejaba pasa. Carlos tardo casi dos horas en llegar desde la puerta del metro a las vías del tren.
El chico sabía que llegaba tardísimo a trabajar, 13 horas para ser exacto. Entre que cogió en metro y llegó a la oficina pasaron una hora y media y encima su oficina estaba en la planta 580 y el ascensor estaba roto.
El hombre corrió durante media hora, subió 4.432 escalones pero por fin había llegado.
Carlos al llegar a la oficina sospecho algo raro, no había nadie así que miro el calendario.
-¡No puede ser hoy es domingooooooooooooooooooooooooo ¡- gritó angustiado Carlos
El pobre hombre llamó a su jefe y le dijo que si no le importara que hiciera las 13 horas diarias que hace en su trabajo ese mismo día y el jefe le contesto que sí. Así que Carlos empezó a trabajar y así se paso todo en domingo.
FIN
Bien narrada la angustia de un trabajador para llegar hasta su puesto. Juegas de un modo interesante con las exageraciones y los detalles que dan cuenta del esfuerzo que tiene que hacer el personaje: entregar el impreso de 46.542 páginas y subir 4.432 escalones.
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