sábado, 30 de abril de 2011

López, Guillermo. El gran trasiego

Un día supe que no llegaría fácilmente al Bernabéu a ver al Real Madrid contra el Barsa. Salí de casa a eso de las cuatro de la tarde, el partido era a las 8, pero había un largo camino por recorrer hasta llegar a Chamartín. La idea era coger un taxi pero estuve esperando una hora y ningún taxi paso, y el que llamé no vino por alguna extraña razón. Así que me decidí a caminar hasta la parada más próxima de autobús. Caminé con paso rápido pues me quedaban 3 horas. A la media hora llegué a la parada, cuando el autobús se paró ocurrió lo siguiente.

-Lo siento está completo, no puede subir- dijo el conductor.

-Pero tengo que llegar al Bernabéu en 2 horas y media y no me va a dar tiempo- contesté.

-Pues que quieres que le haga- dijo con arrogancia el conductor.

Y aceleró tan rápido que casi me pilla el autobús un pie. Me di cuenta de que la parada de metro más cercana estaba a apenas 200 metros. Fui hasta allí pero cuando llegué me vine abajo, la habían cerrado por estar dentro llena de gente, al parecer todas aquellas personas habían pensado lo mismo que yo, coger el metro sería lo más rápido. Como no pude meterme me fui corriendo a situarme en la carretera a las afueras para hacer autostop y queda una buena persona se decidiese a llevarme hasta allá a cambio de algo de dinero. Aquella tarde había un pedazo de atasco en la carretera como nunca lo había visto. De repente un coche se paró y me recogió. El ocupante era un abuelo con gafas de culo de vaso.

-Hola guapa, ¿adónde te llevo?- dijo el anciano.
-Perdone, ¿qué dice?- replique.

-Ah perdón, pensé que eras una chica, es que tengo que ir a la óptica, me parece que me ha vuelto a subir la vista. Bueno ¿adónde te llevo?

-Pues al Santiago Bernabéu, pero rápido que solo tengo 1 hora.

Después de media hora de atascó, el tráfico se abrió y cuando quedaba poco para llegar se le acabó la gasolina al coche. Quedaban apenas dos manzanas por recorrer y el partido le quedaba 3 minutos para comenzar. Corrí como nunca había corrido pero cuando llegué había otro nuevo atasco pero esta vez para entrar al campo. Al parecer muchas personas también llegaban tarde como yo. En tan poco espacio lo menos había 300 personas y había tal agobio debido al enorme tapón de gente que se había formado. A los 10 minutos logré entrar y tuve la suerte de que todavía iban 0-0 y que nada más entrar marcó el Madrid un gol de falta de Cristiano Ronaldo. Después de todo, aquel partido que acabó 2-1 para el Madrid, mereció la pena de haber tardado 4 horas en llegar al campo.

1 comentario:

  1. Sigues con habilidad la consigna de una ciudad abarrotada. El personaje simplemente quiere ir a ver un partido, pero le lleva muchos esfuerzos y mucho tiempo llegar al estadio. Narras con detalle los sucesivos pasos que sigue el protagonsita y mantienes bien la tensión. El abuelito resulta ser un divertido ayudante del protagonista.

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