En la primera mesa, Manfred Lentzen dio la palabra a Frank Nagel («Galicia en movimiento. Topologías litográficas en la narrativa de Torrente Ballester»), quien estudió la relación entre espacios reales e inventados en Los gozos y las sombras. La complejidad entre ambos espacios se complica por el proceso de mitificación y desmitificación. El Pazo de doña Mariana, que pertenece a Pueblanueva, localidad inventada, es desmitificado y pertenece a un «mundo antiguo, que se puede visitar como un museo», que para Carlos Deza, que viene de Viena, es algo que ya no existe en ninguna otra parte. La Coruña es una ciudad real que aparece dentro del texto y lo vincula a la topografía gallega existente. Representa un lugar de prestigio frente a Pueblanueva. De la Coruña provienen los médicos de importancia y los trajes a medida y algunos personajes abandonan Pueblanueva para establecerse en ella. Mientras que Pueblanueva es un lugar mucho más cerrado sobre sí mismo. En segundo lugar, Víctor Ferreti («Yo no soy yo, evidentemente y una poética de la simulación»). El título de Yo no soy yo, evidentemente proviene de Eternidades (1918) de Juan Ramón Jiménez. Él y otros autores como Rimbaud, Nietzsche, Borges y Torrente Ballester dan cuenta de que el ser humano, por naturaleza, crea ficciones, es una manera de proyectarse en la realidad y en las otras personas De modo que, según Víctor Ferretti, «Ficcionalizamos, luego existimos». Yo no soy yo, evidentemente es la historia de una investigadora que va tras la figura de Uxío Preto, un escritor que se cree que nunca existió, sino que fue una invención colectiva de varios autores. Se trata de una copia de una copia, porque este autor es una ficción respecto de la ficción en la que vive la investigadora.
La segunda mesa fue presentada por Carmen Becerra. El primer ponente de esta mesa fue Wolfram Krömer («Dos casos de rebeldía: Don Juan de Gonzalo Torrente Ballester y Caim de Saramago). Comparó la rebeldía de los protagonistas de Don Juan y Caim. Ambos textos son parodias de sus obras de referencia, las diversas versiones de don Juan y la Biblia, respectivamente. Don Juan y Caim se dirigen a Dios de un modo crítico, en protesta por «no haber creado un mundo mejor». En segundo lugar, José Manuel Losada («Torrente Ballester y el mito literario: realidad dual y proceso de mitificación»), que comparó los textos torrentinos con sus textos de referencia. Trató sobre Ifigenia, Gerineldo y Don Juan. Según José Manuel Losada, estas obras reflejan una realidad dual, lo que venimos llamando realidad y fantasía son elementos de un conjunto. Los personajes «reales» de Don Juan se relacionan con los personajes «inventados» a un mismo nivel. Normalmente, el personaje «real», en este caso el periodista, da vida al personaje «inventado», como puede ser Don Juan. Sin embargo, en la novela de Torrente Ballester es al revés, Leporello, también «inventado», insta al periodista a seducir a Sonja, a convertirse en su «don Juan». De este modo, el periodista se convierte en personaje del teatro que organizan Don Juan y Leporello.
La tercera mesa fue moderada por Wolfram Krömer. Éste dio la palabra a Felix Schmelzer («Hacia un realismo polifónico: La saga/fuga de J. B., Bach y la poética del siglo XX»), que puso en relación Torrente Ballester con la música, la pintura y otras composiciones literarias. Todos ellos tienen en común que están construidos sobre un tema con diversas variaciones. De este modo, se va profundizando en el tema. Según Felix Schmelzer, «la fuga es la forma de expresar lo inefable». A continuación, me correspondió el turno a mí («El juicio/representación de La saga-fuga de J. B.»). Por último, Carmen Becerra («Los nutrientes de La saga/fuga de J. B.: personajes, historias, leyendas») recorrió la biografía de Torrente Ballester para comprender mejor su producción literaria. En 1962 escribió una carta de protesta que le valió ser despedido de la radio y no ser renovado como profesor de Historia y que se prohibiese la publicidad de sus obras. Después, vivió en Pontevedra, que es la ciudad que inspira Castroforte del Baralla. Torrente Ballester trasladó Pontevedra a Castroforte a través de «los filtros de su imaginación».
El congreso cerró con la moderación de José Manuel Losada y la ponencia de Manfred Tiez («El golpe de Estado de Guadalupe Limón: “Mi segundo fracaso narrativo” y “Mi primer tratamiento del ‘mito’. La difícil integración de una novela de “amor”»). El ponente analizó la trayectoria de Torrente Ballester a través de paratextos en los que habla acerca de sus obras. El mito fue para Torrente Ballester un leit motiv de su obra. Para él es un «estereotipo», una proyección de lo que las demás personas creen de una persona. El golpe de Estado de Guadalupe Limón y El retorno de Ulises son dos casos donde el mito es un elemento central, pero que responden a situaciones diferentes. En El golpe de Estado de Guadalupe Limón, el mito se concreta en la figura del general Clavijo, un militar mitificado que no responde a su mito. Se trata de un mito sin base. En cambio, en El retorno de Ulises, éste regresa y se plantea la pregunta de si él, al que todos tienen por muerto, puede volver a ocupar su papel en sociedad. Asimismo, Manfred Tiez señaló que es posible leer ambas obras en claves de crítica social.
A modo de conclusión, se puede comprobar que, en torno a la figura de Torrente Ballester, se han reunido en estos días interesantes ponencias, que abarcan un espectro amplio de sus obras. Estoy muy agradecido por la impecable organización del evento, por la cordialidad con que he sido acogido y porque, tanto en el congreso como en las cenas, me he divertido mucho.
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