Erasmo Sondereguer nos ha hecho llegar una reseña de su última publicación, la cual reproducimos a continuación:
Historia
de una familia a través de varias generaciones.
Es
un matrimonio con un hijo adolescente. El padre, Roque, abandona el hogar,
yéndose a vivir con otra mujer. Y el hijo de ese hombre va en su busca. Al hacerlo, conoce a Eliana, la hermana de la
amante de su padre. Ella lo inicia sexualmente. Y es la que lo lleva hasta el
padre, quien no puede disimular su insatisfacción al ver a su hijo. Éste, de
nombre Fernando, dándose cuenta, se va sin que los demás lo no noten. Clelia,
la madre, espera a su hijo. Al no llegar y creyendo que el muchacho se ha
quedado con su padre, se va a la casa de una hermana. En el trayecto conoce a un
hombre, Federico.
Fernando,
ya solo, inicia una nueva vida. A los 14 años es independiente. Un amigo le
consigue trabajo, conociendo poco después, a una joven, con la que más tarde se
casa.
Y
de ese hogar, formado por Clelia, Roque Y Fernando, como si fuese un árbol en crecimiento, se
inician ramificaciones, originándose otras familias. Y de una forma casual,
encerrando cierta magia, se van produciendo los encuentros, después de muchos
años, entre los primeros actores de la historia y los descendientes.
Y
en Clelia, Roque y Fernando, brotan las culpas. Sintiéndolas por sus
respectivas decisiones, que los llevan a separarse irremediablemente. Y por
todo esto, en forma virtual, mágica, o dentro de una realidad más allá de la
lógica, esos encuentros y también, reencuentros, ocurren de distintas formas,
por visiones, sueños y dejando paso, también, a la realidad. Y el tiempo y el
espacio, juegan de una manera sorprendente, como si en ellos los personajes se
entrelazaran, o se unieran, por medio de lazos comunes.
Las
decisiones mencionadas anteriormente, se muestran como fuerzas, fuerzas
violentas, motivadas por deseos, egoísmos y el anhelo, el inmenso anhelo, de
ser feliz. No importando consecuencias, aunque afecten a otras personas. Y estas
criaturas humanas, se sumergen, emergen y a veces, se hunden para siempre.
Y
hay una constante en la novela, manifestada de manera metafórica, en la figura
de naufragios, que se originan por
decisiones implacables, en muchos de los casos, de sus protagonistas.
Atractiva
historia que puede entretener y también hacer reflexionar. Mantiene una
narración fluida, amena, que no decae en ningún instante.
Erasmo
Sondereguer
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